El Diccionario de la Real Academia Española define la hipocresía como «Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan». O, dicho de otra manera, es un tipo de mentira, pues intentamos mantener creencias, opiniones, virtudes, sentimientos,etc, que en realidad no tenemos.
Todo ello contribuye a que constantemente estemos rodeados de falta de honestidad y sinceridad, y el engaño sea la conducta que el conjunto de la sociedad utilice en sus relaciones interpersonales, pues estamos siempre escondiendo nuestras intenciones, o nuestra personalidad, o nuestras verdaderas opiniones.
Y éso hace que unas veces me parta de risa, y otras me enfade tremendamente. ¿Por qué?, porque la gente se contradice continuamente y tienen estados de opinión cambiantes e incoherentes. A veces resulta ridículo, y otras ofensivo. Una cosa es que alguien se autoengañe hipócritamente, y otra que piensen que somos tontos. Pondré ejemplos de algunas de ellas.
Una cosa con la que me río mucho, es en lo referente a la opinión o comentarios que hacemos sobre ciertos espacios o programas de televisión. Según éso, la cadena más vista ¡sería La 2! jajaja. Así que no entiendo las audiencias de «Gran Hermano», «Sálvame», «DEC», etc, porque a cualquiera que le preguntes te dice: «¡yo no veo éso!».jajaja. Por favor, menos hipocresía. Si lo ves, lo ves. Y lo mismo es aplicable a ciertos personajes, o personajillos, del mismo medio, donde decimos que no los vemos, y sin embargo nos sabemos casi todas sus «andanzas», y son el tema de muchas tertulias, pero donde si nos preguntan decimos que lo que sabemos es por lo que nos cuentan, que nosotros no lo vemos. Seamos sinceros, que nadie te vá a decir que eres un inculto por verlo, que son miles los españoles que lo hacen, ni tampoco creeremos que eres un intelectual por decirnos que ves documentales.
Otro asunto donde abunda la hipocresía es en lo relativo a los «enchufes». Por ejemplo cuando nos enteramos que alguien obtuvo un puesto laboral mediante él, o cuando vemos que alguien se puede saltar una cola de espera o fila en algún organismo oficial, o en cualquier otro sitio, y empezamos a criticar y maldecir. No seamos hipócritas y falsos. ¿Quién no utilizaría un trato de favor, «manga», o «enchufe», de poder disponer de él? Decir lo contario es mentirnos a nosotros mismos, o hacerlo por envidia. Por lo menos, si «sufrimos» ver delante nuestra algo así, pues mantenernos en silencio o si creemos que se puede reclamar algo, hagámoslo oficialmente, si así lo deseas. Pero a mí me parece que lo olvidamos conscientemente si en otro momento somos nosotros los que podemos acudir a alguien para que nos «ayude». ¿Quién no piensa en algún posible conocido cuando te enfrentas a algún trámite, asistencia médica o administrativa,etc, para llamarle y ver si nos puede ahorrar tiempo, filas, esperas, o trámites? Hablar o criticar, es muestra de hipocresía si luego nosotros somos así, también, si tenemos la oportunidad.
Pero quizá la peor de las hipocresías sean las que tengan que ver con los sentimientos y la forma de relacionarnos unos con otros. A veces cuesta saber cómo es realmente alguien, pues notamos con claridad sus «cambios», de actitud, personalidad, opiniones,etc, según sea el momento, lugar o forma en que se desarrollan los acontecimientos, y donde apreciamos claramente incongruencias o incoherencias. Yo me siento desconcertado cuando observo cómo se contradicen por ser, aparentar, o demostrar, cosas que en realidad no son , o no creen, no entienden o no conocen.
¿Por qué somos así? ¿Por qué ocultarnos? ¿Por qué tanta falsedad? ¿Nos sentimos débiles si somos sinceros? ¿No nos damos cuenta de nuestras propias contradicciones? La hipocresía es un mecanismo de defensa, que sólo alimenta el engaño y la doble moral. Ojalá dejemos atrás dicha conducta, y nos relacionemos abierta y sinceramente, sabiendo que contamos con el respeto y comprensión de nuestros semejantes.