Tú y yo juntos.
Por fin, tú y yo juntos de nuevo, uno frente al otro. Cogidos de la mano nos miramos a los ojos, en silencio. Me parece una eternidad lo esperado, una cruel separación. La espera, a veces me ahogaba.
¿Te ahogaba a ti?.
No te preocupes más. Ya estamos juntos otra vez. Cualquier sentimiento anterior se disipa. Se aleja la intranquilidad. Se evapora la angustia. Me siento feliz, alegre. Una leve sonrisa se dibuja en tus labios. Puedo comprobar así que sentimos lo mismo. Ambos deseábamos poner fin a ésta lejanía.
Tu mirada me habla.
Tu mirada me dice lo que ambos esperamos de éste momento. Flota en el ambiente un anhelo, un deseo. Deseo acercarme más, mucho más a ti. Lentamente, juntamos nuestros cuerpos. Mis brazos rodean tu cuerpo. Tus brazos rodean el mío. Nuestros ojos, a un palmo se encuentran. Mirada contra mirada. Miradas que transmiten amor.
Tu cuerpo unido al mío, fundidos los dos en tierno abrazo. Nuestros brazos se proyectan, uniendo dos cuerpos en uno sólo. Tu abrazo me transmite cariño. Siento paz, todo por tenerte junto a mí.
Apoyo tu cabeza en mi pecho. Mi mano acaricia tu mejilla. Toco ligeramente tus labios, labios que pronto besaré. Mis dedos se enredan entre tus cabellos. Me llega claramente tu tu olor, tu fragancia. Cierro mis ojos. Mis labios se acercan a ti.
Beso tus cabellos….., que me traen tu olor.
Beso tus labios….., que me traen tu sabor.
Apretamos con más fuerza el abrazo que nos une. Delicadamente, deslizo tu cabeza por mi pecho hasta la altura del corazón. Quiero que oigas cómo late por ti. Quiero que notes cómo intenta, con su continuo y agitado tan tan, atraer tu atención hacia mí. Y decirte con ése sonido, con ésa música:
Lo mucho que te quiero.
Lo mucho que te amo.
Lo mucho que te echo de menos.
Lo mucho que significas para mí.
De repente, percibo una melodía nueva. El latir de tu corazón se une al mío. Es magia para mis oídos. Es un regalo para mi alma. Me confirma que nuestros corazones hablan el mismo idioma. Nuestros corazones se complementan. Nuestras emociones y sentimientos van juntos de la mano.
Tu corazón con el mío.
Tu alma con la mía.
Desde ahora sé, que cuando estemos juntos pocas palabras harán falta. Nuestros corazones hablan por nosotros. Y producen un tierno ritmo y melodía. Suena a cariño y amor. Suena a la pasión que nuestros cuerpos se prometen. Ésa es la verdadera magia de nuestros abrazos: la conversación de nuestros corazones, el diálogo que encontramos en nuestros silencios, en nuestras miradas, en nuestras caricias y besos.
Todo ello lo siento cuando te abrazo. ¿Sientes tú lo mismo?. El tiempo transcurre rápidamente. Maldito reloj. Me recuerda que debemos poner fin a nuestro encuentro, a nuestro abrazo. Todo parece lento cuando estoy sin ti. Todo pasa velozmente cuando estamos juntos.
Poco a poco, nuestros brazos desenredan el nudo que los ataba al cuerpo del otro. Mis brazos intentan mantener el contacto contigo. Mis manos se cogen a las tuyas, intentando no perder el suave contacto de tu piel.
Nos miramos. Largamente. En silencio. ¿Qué estarás pensando?. Nos besamos. Largamente. ¿Qué estarás sintiendo?.
No quiero despedirme.
Pronto estaremos juntos, ¡seguro!.
Pronto te abrazaré de nuevo, ¡seguro!.
Pronto te besaré de nuevo, ¡seguro!.
Así que no sufriré. Sólo, te esperaré. Me encontrarás con los brazos abiertos.
¿Volverás?
Tu respuesta será mi vida.
Mi vida eres tú.